viernes, 16 de octubre de 2015

Liderazgo para motivar 

Seguramente no haya una única respuesta, pero podemos decir que la desmotivación será la clave del problema. Cuando el personal trabaja desmotivado, lo manifiesta de diferentes formas: no tiene deseos de concurrir a su lugar de trabajo, su rendimiento será deficiente, generando él mismo más desmotivación en el grupo, Mal clima laboral. Esto suele convertirse en un círculo vicioso.
Quizás el problema no está tanto en los empleados, sino más bien en ti mismo y en tu actitud.

Liderazgo y motivación

A los jefes los pone la organización y el líder surge. La diferencia entre ambos radica en que el jefe en la mayoría de las ocasiones se centra en la obtención de resultados olvidándose del factor humano.
En cambio, el Líder es aquella persona que influye en los demás consiguiendo que éstos le sigan por su gran capacidad de Comunicación, por ser Inteligente, Creativo y con Iniciativa, Hábil para las relaciones personales, Persuasivo y Persistente, Diplomático y con tacto, Organizado y Cooperador, Apasionado, Carismático, amante del Riesgo, Visionario, Persona de acción, El líder sueña pero quiere resultados, Es Brillante, con Coraje, Defiende con determinación sus convicciones, tiene Autodominio, es Prudente, Convincente, Gran negociador, tiene Habilidad para ir avanzando en el largo camino hacia sus objetivos, tiene Capacidad de mando, es Persona compresiva, Perseverante, Flexible, Amante del riesgo, Carismático, Con sentido del humor, Optimista, Con buena salud, Justo, Humano, Humilde, Generoso, Cariñoso, Con energía e ilusión, Disfruta de los placeres de la vida, Contagia su ilusión y entusiasmo...
En definitiva, el líder es la persona que consigue que le sigan y se gana el corazón de la gente. (Siempre hablamos del líder democrático).

¿Qué es la motivación?

La motivación no es mas ni menos que la capacidad que tiene la gente de actuar con pasión. Es la fuerza que mueve a satisfacer necesidades.
Cuando hablamos de motivación laboral es un fenómeno muy ligado al clima que se respira en el centro de trabajo y al tipo de liderazgo ejercido en el mismo. Y esto toca directamente a los gerentes o ejecutivos. Generalmente estas personas piensan que la motivación de los trabajadores no es afectada por como actúan y se comunican los superiores.
Planteada así la problemática, la motivación será vista como un virus. Lo que debe quedar muy claro es que la motivación para el trabajo es un proceso diario, continuo y de mucho esfuerzo. No es una barita mágica la encargada de que se produzca, sino más bien a sus directivos y su forma de actuar.
Lo relevante para que una empresa funcione bien y obtenga los resultados y el éxito buscado es que el jefe y el líder sean la misma persona, cosa que en raras ocasiones sucede.
¿Por qué sucede esto? ¿QUÉ ES UN LÍDER?


Vídeo sobre liderazgo 


15 maneras para identificar un mal líder



  1. Líderes sin visión. Los líderes que carecen de visión no pueden inspirar a los equipos, motivar el rendimiento o crear un valor sostenible. El trabajo de un líder consiste en alinear la organización en torno a una visión clara y alcanzable. Esto no ocurre cuando un ciego guía a otro ciego. 
2- Líder sin carácter: Un líder que carece de carácter o integridad no soportará mucho tiempo. No importa lo inteligente, afable, persuasivo y la astucia que tenga. 

3- Poco liderazgo, poco rendimiento: Nadie es perfecto, pero los líderes que constantemente fracasan no son líderes. Alguien que siempre ha tenido éxito en papeles de liderazgo tiene muchas más posibilidades de éxito que una persona que ha tenido experiencia en este campo. 

4- Negarse a aprender de los demás: Ellos no tienen necesidad de ser la persona más inteligente, pero tienen el deseo constante de aprender de los demás. Los líderes que no están creciendo no pueden llevar una empresa en crecimiento. 

5- Falta de comunicación: Muéstreme un líder con habilidades de comunicación pobres y yo le mostraré a alguien que va a ser de corta duración en su posición. 

6- Ausencia de confianza: Un líder debe ganarse la confianza y lealtad de su equipo. Una abundancia de ego, orgullo y arrogancia no son rasgos de un liderazgo positivo. 

7- Poco amor: El amor y el liderazgo deben ser dos palabras que se escuchen en la misma frase. La empatía, la humildad y la bondad son signos de fortaleza del liderazgo y no de debilidad. 

8- Rigidez: Los mejores líderes son fluidos y flexibles en su enfoque.

9- Falta de concentración: Los mejores líderes son implacables en su búsqueda de foco. Los líderes que no se concentran producirán errores en su equipo. 

10- No realizan cambios: Los líderes satisfechos con el status quo o aquellos que tienden a preocuparse más por la supervivencia que el crecimiento no van bien hacia el largo plazo. 

11- No prestar atención al consumidor: Los líderes no ajustados a las necesidades del mercado caerán en un error. Si usted no está tomando el cuidado de sus clientes, alguien más lo hará. 

12- Se niegan a involucrarse: Los mejores líderes apoyan a su equipo y se preocupan por éste. Un líder que no se involucra en su totalidad con su equipo no contará con el apoyo de éste, por lo menos no uno efectivo. 

13- No hay respaldo: Los verdaderos líderes son responsables. Por encima de todo, los líderes son responsables ante su equipo. Los dirigentes rinden cuentas por su pueblo. 

14- Ojo con la cultura: La cultura importa. No permita que su cultura evolucione de forma predeterminada. 

15- No hacer lo correcto: Sea fiel a sus valores fundamentales. Usted no puede hacer ninguna de estas cosas sin tener valores. 

Como saber si soy líder?

Con este test podrás averiguar fácilmente cuál es tu capacidad de liderazgo. Marca la opción que más se ajuste a ti, en la siguiente página encontrarás los resultados que corresponden a tus respuestas:
  1. A la hora de organizar equipos (de trabajo, amigos, etcétera)…
    1. Intento quitarme de en medio para que lo haga otro.
    2. Me gusta y creo que se me da bien.
    3. Participo en lo que pueda, pero siempre contando con alguna otra persona.
  2. Cuando tengo que hablar en público (en el trabajo, una fiesta…)
    1. En general no me importa y me siento cómodo.
    2. Lo evito por todos los medios.
    3. Cuando hay que hacerlo lo hago, pero no es algo que me guste.
  3. Cuando estoy en un grupo o reunido con otras personas
    1. Me siento muy incómodo.
    2. Estoy bien,pero prefiero pasar por desapercibido
    3. Me encuentro muy a gusto y me divierto bastante.
  4. A la hora de exponer diferentes puntos de vista
    1. Prefiero callarme y escuchar al resto.
    2. Me gusta exponer el mío para ver si así proporciono una nueva visión al grupo.
    3. Si algo me parece realmente importante entonces sí digo mi opinión.
  5. Cuando hago planes con amigos…
    1. Me adapto a lo que me digan.
    2. Reconozco que casi siempre hacemos lo que quiero yo.
    3. Suelo decir mis preferencias, pero frecuentemente hacemos la de otro.
  6. Si tengo que organizar un equipo de trabajo…
    1. Dejo que cada uno elija lo que quiere hacer y lo que sobre lo hago yo.
    2. Reparto tareas según se ha hecho en ocasiones anteriores.
    3. Me gusta conocer bien los recursos humanos que tengo para poder asignar a cada uno el trabajo más adecuado a su perfil.
  7. En el café o en una charla…
    1. Reconozco que monopolizo la conversación contando experiencias personales.
    2. Cuando me dejan o procede cuento alguna cosa de vez en cuando.
    3. Puedo irme y es posible que ni se enteren.
  8. En mi casa, familia o equipo de trabajo…
    1. Soy el último en enterarme de las cosas.
    2. Suelen preguntarme de vez en cuando.
    3. Casi todo el mundo me consulta antes de tomar una decisión.
  9. ¿Cuántas veces has sido “el jefe” (coordinador de equipo, organizador de un evento…)?
    1. En algunas ocasiones.
    2. Nunca.
    3. Siempre que se tercia la oportunidad.
  10. Cuando los demás preguntan tu opinión o te piden un consejo…
    1. Les respondo según mi punto de vista, pero siempre respetando el suyo.
    2. Les digo mi punto de vista y me molesta cuando no le siguen.
    3. Rara vez me preguntan y cuando lo hacen no sé muy bien qué decirles.
  11. Cuando como organizador debes repartir tareas en el trabajo…
    1. Me aprovecho de los subordinados.
    2. Intento ser lo más justo posible.
    3. Intento repartirlas de forma adecuada, pero admito que no siempre soy imparcial.
  12. En general en mi vida…
    1. Prefiero decidir yo por otro antes que otros decidan por mí.
    2. Prefiero que me indiquen lo que debo hacer.
    3. Prefiero asumir yo mis decisiones, aunque a veces suelen basarse en la opinión de otros que considero “más fuertes” que yo

Para realizar el test interactivo http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/test/test-eres-un-lider-7677

Liderazgo administrativo


El liderazgo administrativo crea líderes concientes de su verdadero potencial que harán todo lo que se encuentre en su poder para motivar a su grupo de trabajo a conquistar las metas más ambiciosas. Estos sujetos se encuentran al tanto de cual es su verdadero rol en la compañía, cual es su deber y cual es su función principal para con sus subalternos: lograr sacarles el mayor jugo posible a las potencialidades de estos. Estar en presencia de un sujeto instruido en las artes del liderazgo administrativo es estar en presencia de una persona conciente de peso especifico, capaz de sobrellevar a conciencia las tareas mas comprometidas que puede afrontar un hombre de negocios. Su ser estará en sintonía con las necesidades de su empresa y dedicara todo su tiempo a solucionar de la manera en la que le sea posible las problemáticas que en el recaigan.

Dificultades de ser líder

Entre los peligros que acechan al líder y que pueden determinar que su influencia sobre la organización pueda llegar a ser negativa, podemos señalar los siguientes: 

Endiosamiento: todo líder debe tener un nivel de autoconfianza elevado, pero sin llegar a caer en el endiosamiento. 

El líder se suele mover en círculos de poder, se codea con gente influyente, sus ordenes se cumplen sin objetar, nadie cuestiona sus decisiones, su presencia infunde respeto a sus subordinados, entre sus ayudantes abundan los aduladores en busca de su favor. 

Todo ello puede hacer que poco a poco el líder se termine endiosando, creyéndose un ser superior, infalible, en posesión de la verdad absoluta. 

A partir de entonces comenzará a no preocuparse por escuchar otras opiniones, a pensar que no necesita pedir consejos; se irá convirtiendo en un ser autoritario que todo lo gestiona a base de órdenes. A los demás, ni siquiera los considera pensantes.

El líder se hace distante, prepotente, avasallador, y la organización comienza a perderle su estima.